Puede ser redondo o cuadrado, colorido u opaco, de pared o de mano, el reloj. Ese objeto tan común y tan pretendido por todos que se ve tan insignificante, pero a las vez tan necesitado, solo mide el tiempo: días, años en unidades horas, minutos o segundos, puede medir un suceso o activar una señal, pero los más común es ver cuando marca la hora.
Este simple objeto con dos manecillas principales y números del uno al doce puede ser nuestro mejor amigo, pero también nuestro peor enemigo. Vivimos en constantes apuros donde tenemos que estar a ciertas horas, ahí es nuestro mejor amigo, ser cumplidos y ordenados se dice que nos ayuda a ser, pero cuidado, este pequeño te puede absorber y de querer organizarte te consume lentamente dejándote en una cárcel imaginaria de ti mismo.
Adorno para algunos, pareciera que solo fuera la cereza encima del pastel, un círculo en su muñeca que ni siquiera saben leer, este se convierte solo un objeto de distinción, ¿y el orden?, otros se dejan llevar y más que puntuales son obsesionados con el tiempo, un segundo sin hacer nada es un segundo perdido.
Cuando tienes un reloj decides de qué lado quieres estar, vives o te ordenas, te conviertes en tu propio carcelero o no.Cuando tengas un reloj al menos apréndelo a leer, que no se olviden los momentos vividos, porque más que un circulo con números es un viaje de recuerdos en el tiempo.
Instrucciones para dar cuerda a un reloj
No tengas miedo de amarrarte el reloj en la muñeca de la mano que prefieras por más temeroso e inseguro que te sientas.
Póntelo y asegúralo, el marcará tu tiempo, ese tiempo que pasa y no se detiene, que este pequeño objeto te ayudará a disfrutarlo o a malgastarlo, decisión que tomas tú.
Al ponértelo sentirás su peso en tu mano, como el tiempo pesado y cansado, al igual que los años que no volverán, pero sabrán lo valioso que es este objeto para las personas.
Solo queda el último paso, empezará a latir en tu muñeca cual corazón palpitante con deseos de volar, y los segundos, minutos y horas pasarán, disfrutarás del tiempo como un niño con su juguete nuevo, pero cuidado, no olvides darle cuerda o cambiarle pila si se para cual corazón viejo y cansado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario